Un gran abrazo. Eso es lo que recuerda con emoción el padre Fernando Guardia Jaén, de 85 años, quien fue el encargado de organizar la visita de Juan Pablo II a Panamá en 1983.
"Monseñor Marcos Gregorio Mc Grath, (q.e.p.d.), arzobispo de Panamá en ese entonces, me llamó y cuando me acerqué, Juan Pablo II, quien era un hombre altísimo, me dio un enorme abrazo", dijo el sacerdote.
Otra de las anécdotas se dio con el discurso que el Papa envió para toda Centroamérica, el cual hacía alusión al campesinado, la familia y el llamado a la no violencia.
"Aquí, desde Penonomé, me dirijo a los campesinos", pronunció Juan Pablo II, cuando en realidad se encontraba en el estadio Revolución, en Juan Díaz, hoy Rommel Fernández.
Esto fue así, porque en primera instancia se tenía planeado que el avión del Obispo de Roma aterrizara en Penonomé, con la idea de que todos los campesinos del país se trasladaran allí por ser el centro del país, pero por falta de un aeropuerto adecuado, la visita se canceló; sin embargo, el discurso que se había preparado para la ocasión no se corrigió, explicó el padre Guardia.
Otra de las curiosidades es que el vicario de Cristo sobrevoló las instalaciones del Canal de Panamá a bordo de un helicóptero de la Guardia Nacional, hoy Policía Nacional de Panamá.
Pero los panameños, por poco no viven la visita del sucesor de Pedro, ya que estuvo a punto de ser cancelada por los problemas políticos que se tenían en esa época. Por fortuna, el viaje no se canceló y más de 300 mil panameños le demostraron su cariño a Juan Pablo II, quien se fue de Panamá lleno del calor humano.