El embarazo es una de las épocas más bellas por las que pasa la mujer; por esta razón, una dieta balanceada es fundamental para que el bebé se desarrolle bien. Esta dieta debe incluir:
Carnes, aves, huevos, legumbres, productos integrales, nueces y semillas. Estos alimentos aportan las proteínas necesarias para el funcionamiento de los tejidos fetales.
Leche, yogures, quesos y pescados suministran el calcio que actúa en la formación de la dentadura y de los huesos.
Las sardinas en lata aportan yodo y previenen el hipotiroidismo congénito (falta de desarrollo de la tiroides). Las frutas y hortalizas contienen el ácido fólico que interviene en el desarrollo del cerebro y la médula espinal.
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