Una violenta represión policial contra miles de opositores al gobierno, dejó una veintena de heridos, uno de ellos de gravedad, en la provincia de San Luis, lo que mereció una condena del gobierno de Néstor Kirchner que, sin embargo, no está resuelto a intervenir. La tensión se mantenía ayer en el marco de un creciente conflicto multisectorial, que comenzó meses atrás.