Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición respetada y de casarse con una mujer hermosa.
Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen; pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó al cielo, vio al ángel que le había visitado y protestó: "Me prometiste riqueza, una buena posición social y una bella esposa. Me he pasado la vida esperando".
"Yo no te hice esa promesa", replicó el ángel. "Te prometí la oportunidad de riqueza, posición social y una esposa hermosa".
"¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo?". "Al no decidirte se le dio la idea a otro hombre que no tenía miedo al fracaso y se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino".
"También, recordarás que un terremoto asoló la ciudad. Tuviste oportunidad de ayudar a rescatar a los supervivientes, pero no quisiste dejar tu hogar por miedo a que los saqueadores te robasen tus pertenencias. Perdiste esa oportunidad, con lo que hubieras ganado respeto".
"Por último, ¿recuerdas aquella hermosa mujer que te atraía tanto?... Pensaste que no se casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo. Con ella hubieras tenido hijos para multiplicar tu felicidad".
A todos se nos ofrecen oportunidades y las dejamos pasar por temor. Pero tenemos una ventaja... aún estamos vivos.
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