¿Por qué será que la pobreza se ensaña siempre con los más necesitados?
En una humilde casa de madera, con piso de tierra, donde los sueños son sólo eso, sueños, y donde los días pasan y su suerte es siempre la misma, vive la señora Benilda Vega con su madre y su nieta.
"El dinero apenas alcanza para comer, y a veces ni para eso; hay días que sólo comemos arroz", contó con normalidad la señora Benilda, quien es la única que trae el poco sustento a su hogar, ubicado en el sector de Tortí de Chepo.
La señora Benilda trabaja lavando platos en una fonda, y con lo poco que gana, debe velar por la salud de su mamá, la señora Mercedes, que actualmente está en silla de ruedas por una caída que tuvo hace unos meses y que le fracturó la ingle. Además, tiene que sacar adelante a su nieta Emérita, quien estudia el primer año en el Centro Básico General de Tortí.
Emérita, quien durante nuestra visita reflejó en su mirada tristeza, pues la pobreza en que están sumergidas las agobia diariamente, sólo cuenta con unos pocos útiles y dos uniformes para asistir a la escuela.
Por esta razón, la señora Benilda mantiene la esperanza de que sus sueños algún día se hagan realidad, entre ellos arreglar su casa y ofrecerles una mejor vida a sus dos ángeles, como les llama a su mamá y a su nieta.
VIDA MEJOR
La señora Benilda es oriunda de Macaracas, en Los Santos, y llegó a Tortí de Chepo en busca de una vida mejor.
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