La adrenalina de los amantes de la velocidad corrió como agua en el río.
La calle 50 volvió a ser centro de reunión de muchos panameños amantes del deporte, pero esta vez no era para celebrar el triunfo en un partido de fútbol ni para protestar contra un gobierno, sino para apreciar la exhibición del RB1.
El auto de Red Bull fascinó ayer a grandes y a chicos, y no decepcionó a los miles de panameños que se apostaron, desde tempranas horas del día, a lo largo de esta principal arteria del país.
Los primeros en salir a la pista fueron dos go karts, que calentaron el ambiente. El calor siguió subiendo cuando dos autos del circuito nacional llamaron la atención, haciendo tronar sus máquinas. A eso de las 12: 58 minutos, se escuchaba por los altoparlantes que el RB1 saldría exactamente a la una de la tarde. Y a la una de la tarde se escuchó un ruido ensordecedor, una pequeña brisa y muchas miradas buscando qué pasó; el RB1 había salido a la pista.
Con seguridad, muchas personas no lo apreciaron en esta primera vuelta y muchos decían que sólo habían visto una mancha azul. Pero como era un regalo de Red Bull, para los amantes del F1 en Panamá, el auto dio tres vueltas seguidas, demostrando el poder de su bólido y para complacer a los fanáticos que se dieron cita al evento.
PEQUEñO DESPERFECTO
Fue una final que nadie esperaba. El carro en su sexta vuelta, al final del trayecto, más específicamente, frente a la emisora WAO 97.5, se le soltó una manguera del sistema hidráulico y tuvo que ser montado en una grúa.
Pero este final no fue del todo malo, porque fue la única oportunidad de los fanáticos de poder tomarle fotos al auto y ovacionar a su piloto, quien salió del auto y saludó al público.
TEMPRANO
El auto dio una primera demostración a eso de las cinco de la mañana, en la Calzada de Amador.
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