Visiblemente molesto, el cuatro veces campeón del mundo y homenajeado del día, Roberto "Mano de Piedra" Durán, abandonó la noche del jueves la Arena que lleva su nombre.
Durán, quien estaba en su mesa VIP, frente a la esquina de Caballero, se levantó y junto a su esposa Felicidad, hijos y otros allegados, y se fue al finalizar el undécimo round de la pelea.
Para muchos fue sorpresa la actitud del panameño, que hasta hizo un gesto con su mano derecha, reprochando la manera de pelear de "Pelenchín".
El más grande boxeador de todos los tiempos en Panamá, ni siquiera esperó el veredicto de los jueces aduciendo que Caballero había perdido el combate.