Parte de la terapia es hacer la labor de mantenimiento del hogar. (Christian Garbero)
Odalis Orozco
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Muchos de los que han recibido el apoyo de la Fundación REMEMI (Redimidos de la Medalla Milagrosa), reconocen que ha sido una luz en su camino. Los ex alcohólicos y ex drogadictos que han pasado por el hogar de la fundación lograron superarse gracias al amor y al apoyo que se brindan entre compañeros y sor Rosa Inés.
AYUDAN A LOS OLVIDADOS
Luis Brown tiene más de 20 años de haber superado la etapa de rehabilitación, aprendió computación. Él relata que recuperó a su familia, hoy es pasa cable en la Autoridad del Canal de Panamá. En sus tiempos libres, Luis coopera en el hogar, en la parte administrativa escribe las cartas de la religiosa y enseña computo a otros que se encuentran en tratamientos. Ha podido consolidar su familia y gozar a sus nietos, cosa que si hubiese seguido en el alcohol no lo hubiera logrado.
Gilberto Warren también lleva varios años "limpio", pero continúa asistiendo al hogar para apoyar a quien lo necesita. En la limpieza, servir la comida de los indigentes y en las charlas que se les brindan a los jóvenes.
Jaime Arrieta es otro buen samaritano que aporta su granito de arena en el hogar, así como muchos lo encontramos allí preparando la comida o lavando la ropa de los orates. "Ellos fueron en un momento olvidados por la sociedad por su vicio, pero Dios los escuchó, hoy ellos escuchan a los más pobres entre los pobres".
ASISTEN A LOS ADICTOS
En el hogar, un grupo de profesionales entre psicólogos, terapeutas, médicos y seminaristas combinado con las vivencias de otros que estuvieron en la adicción brindan charlas a los adictos por las drogas y el alcohol.
La hermana Rosa Inés Jara Jara, encargada del centro de rehabilitación, explica que el éxito está en el amor, cuando estas personas se sumen en la droga y el alcohol, es porque llevan un peso grande en su alma, aquí se les escucha, y se les enseña a valorarse y amarse porque su autoestima es baja.
Otra cosa que se les enseña es el orden, ya que el drogadicto es desordenado, así que tienen que valorar su espacio. Además, tienen como norte ayudar a los indigentes.
SU CORO Y ORQUESTA
Otro valor agregado a este albergue es su coro y orquesta formado por los que viven en el hogar. Ellos son contratados en las bodas, entierros, bautizos, misas y fiestas.
Gilberto Warren dijo con orgullo que son muy buscados para bodas para el canto del Ave María, también animan fiestas con la orquesta. Ellos practican diariamente como parte del tratamiento que llevan dentro de REMEMI.
Quien los quiera contratar, señala Warren, sólo tiene que hacer un donativo a la fundación para el sostenimiento del hogar, pues tienen muchos gastos que sufragar.
Aquellos que quieran ayudar solo tienen que llamar a REMEMI al 441-1961. También puede acercarse, llevar ropa, comida o lo que pueda servir a los que a diario van allí en busca de apoyo; la fundación está ubicada en calle 3 y 4 avenida Central y Santa Isabel.