Lo advertí. Que las seudotransmisiones panameñas de la boda real inglesa del pasado viernes las iba a gozar. Dieron leña para mi fuego. Excepto los despachos desde Inglaterra de Alex Medela con sus notas de color y la participación documentada de Castalia Pascual, lo que nos ofrecieron Telemetro y TVN fue una 'real' porquería desde todo punto de vista.
Aquí no existió nada que valiera la pena. Nada. Ambas pantallas desde la madrugada presentaron a talentos que bien pudieron quedarse en sus casas durmiendo, porque salir en televisión a decir las sandeces que dijeron es no tener nada en la cabeza, es burlarse de la audiencia, es decirnos si no tienes cable te la aguantas.
Mientras que las grandes cadenas recurrieron - como hace un canal que piensa en una estrategia- a verdaderos expertos para analizar o comentar la boda y que sus talentos solo los entrevistaran y condujeran la transmisión, aquí hubo gente sin sapiencia alguna para hablar de una boda real, del protocolo real, de vestimenta, de maquillaje. Aquí fue, vamos a jugar a que sabemos y el resultado: la real porquería que ofrecieron. Una madrugada y mañana repleta de desaciertos, mamarrachadas y circo.
Todavía hoy, tres días después, pregunto: ¿Qué aportó Gisela Tuñón en una transmisión como esta, si todos sus comentarios fueron huecos, como esos de que si llegaban los invitados en diablo rojo o si el menú incluía patacones? ¿Quién es Fernando Correa para darnos cátedra de lo que pasa en una boda real, si la diferencia entre una española y una inglesa es abismal (en Google se puede buscar) y, por cierto, CNN y Noticias 24 sí explicaron? ¿Qué hacía Cindy Pereira dizque hablando de protocolo, si no dijo nada que usted y yo no sepamos y que el Manual de Carreño no diga? ¿Qué le pasó a Charlie Cuevas -a quien le respeto su experiencia- al cuestionar el maquillaje de la novia cuando todos los expertos en canales internacionales le reconocieron a ella haber acertado? ¿Vieron a la casi estatua Marianela Lacayo en 'mode mute' toda la transmisión? ¿Y cuando Carolina Fábrega, que no tenía nada y se quedaba en blanco, dijo 'al aire' que estaba cansada y tenía sueño? Y ni hablarles de lo que pasó en los "shows" siguientes, porque eso fue una mezcla de las Payasitas Nifu Nifá, Pin Pin, Pepina y Tortón, Cachún Cachún ra ra, Chabelo y la Familia Peluche.
Puedo entender que en Panamá, al no tener realeza oficial -aunque alguien se crea rey del país- desconozcamos mucho de ello, pero quienes 'producen' estas transmisiones tienen la obligación de buscar el balance entre educar, entretener, divertir y hacer soñar. Las transmisiones debieron tener a cuadro un conductor de peso único, rodeado de profesionales y reportajes que explicaran por qué aún existe la realeza, qué responsabilidades asumen los hoy esposos, presupuestos, antecedentes, biografías de los novios, contexto, contactos con panameños en Inglaterra, un diseñador de traje de novias que analizara y explicara detalles del vestido, los significados del orden de aparición según protocolo, los colores seleccionados por la realeza e invitados, quiénes eran, entre muchos otros detalles provechosos para una transmisión como esa, pero no, prefirieron el circo y mamarrachada que nos dieron. ¿Se imagina si en Panamá hubiese realeza? ¡Penoso!
Solo recordar estos especiales me da un real dolor de estómago. Lo del viernes, por donde lo miren, fue un desastre...real.