Los rodillos se inventaron hace más de cinco décadas y permiten pintar rápida y regularmente grandes superficies planas, gracias a su movimiento de giro alrededor del eje enganchado al mango, por lo que son ideales para realizar trabajos de pintura rápidamente; además, permiten que se manche lo menos posible.

• Para evitar las goteras de pintura, utilice este instrumento aplicándole la pintura con una brocha, sobre todo cuando esté pintando techos.

• No obstante, lo ideal es conocer los diferentes tipos de rodillos existentes en el mercado, para adecuarlos al tipo de trabajo que esté realizando.

• Los rodillos con pelos largos de lana, son los mejores para ser utilizados con pinturas corrientes vinílicas y acrílicas. Un rodillo tipo moher está diseñado para la laca y los de tipo espuma son más adecuados para las pinturas brillantes.