Recibido por nutridos aplausos de sus seguidores, Juan Carlos Navarro destilaba felicidad. No era para menos, sus expectativas fueron superadas en los últimos conteos, que revelaban que era vencedor en más del 60% de las mesas escrutadas.
Su familia lo acompañaba viendo los resultados emitidos a través de las diferentes televisoras, comiendo comida rápida.
DE LA TIERRA AL CIELO
"¿Si es igual?, nunca. Sí se siente nervios en el corazón, pero a diferencia de hace cinco años, se siente una mayor alegría, ya que también es la victoria de mi candidato a presidente.
Vestido con una camisa tricolor, con su rostro sonrosado, por las horas de sol que tomó durante todo el día, Navarro dijo que la diferencia de gobernar una alcaldía con la ayuda de un presidente, es del cielo a la tierra.
Indicó que le tocó luchar con muchos adversarios, puesto que el Concejo estaba en manos de ellos, al igual que la Contraloría, resaltando que fueron años difíciles a la hora de dirigir en oposición.
Consideró que vendrán mejores días con Martín, ya que existirán mayores inversiones, se combatirá la corrupción, y habrá más seguridad en el país.
RESGUARDADO POR EL CRISTO
Portando un resguardo del Cristo Negro, que era acompañado por la imagen de San Judas Tadeo, se le preguntó si era devoto de estos dos santos, a los que dirigió sus oraciones. Puntualizó que es devoto del Cristo de Portobelo; no obstante, aclaró que éste es sólo un camino para llegar a Dios, con el que siente que gobernará para convertir a Panamá en la ciudad más limpia de América.
|