Con sus hábiles manos y sus conocimientos en floricultura, Lidia Espinoza de Montolla cultiva y embellece las plantas que utiliza para la venta.

El verdor del follaje y el colorido de las plantas invita al transeúnte que pasa por la Transístmica a entrar a su puesto de venta de plantas ornamentales, el cual forma parte de un grupo de 17 pequeños locales con diversas actividades.

En esta pequeña feria se destaca principalmente la venta de plantas, de comida, artesanías de cerámica, frutas y hasta carne, una iniciativa de este grupo de propietarios que un día formó parte de las ferias libres del IMA.

Lidia, oriunda de Los Llanitos de San Carlos, desde niña le gustó el cultivo de las plantas, puesto que era quien le hacía los jardincitos a su mamá.

Un día pasó de ser una coleccionista de plantas para convertirse en una experta cultivadora, oficio que aprendió en una invitación que el IMA hizo a las amas de casa en Capira, lugar donde reside, para que supieran cuidar y tener un jardín bonito.

Además, combina su actividad inicial con la venta de potes, tierras y hasta piedras para hacer de su jardín un envidiable paraíso de flores.

ACTIVIDAD

Con sus 18 años de experiencia y con la ayuda de su hijo, mantiene impecables las plantas que vende. De la amplia variedad se destacan las hortensias, chefleras, helechos, vegonias, camarones, gloxinia, meregol, liciantos, isoras y hasta los tradicionales papos.

Los precios van desde 1 balboa en adelante, y sus mayores clientes son los jardineros y los dueños de casas de barriadas.

Nunca hay un día mejor que otro, esta actividad es impredecible y cualquier día puede ser bueno, agregó.

COSTOS

Tiene que pagar B/.100 de alquiler, luz, agua, celador y mantenimiento, por lo que apenas sale para llevar el sustento a su hogar.