No quiere más dolor
Su mirada evidencia la soledad y la tristeza en que vive. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)

Joyce Baloyes | DIAaDIA

Un bastón de madera es el soporte para caminar, y sus vecinos para alimentarse. Anastacio Mercado Guzmán, de 65 años, quien vive en Viejo Veranillo, arrastra a cuestas una pierna enferma y tiene problemas de la visión, pero su fe lo mantiene con ganas de seguir adelante.

Fuera de su recién reparada casita, en una vieja silla y debajo del árbol de mamón, pasa los días recordando cuando trabaja como vendedor de ñame y recibía buenos ingresos.

Pero ahora cree que por estar viejo y enfermo, su familia no vela por él, aunque ni eso lo pone triste.

Le reconforta el hecho de que dos vecinos del barrio, la señora Victoria y el señor Cedeño, lo ayudan con la comida y algunos enseres.

Su poca visión no le impide llegar hasta la casa de la señora Victoria, quien lo espera con los desayunos y los almuerzos.

Cuando el mamón está en su tiempo, los jovencitos lo cosechan y lo venden; las ganancias son usadas para medicamentos que lo ayuden a soportar los terribles dolores que le causa su enfermedad.

Hace más de 10 años, vendiendo en un pick up su producto, se golpeó, lo que le causó una llaga que, con los años, se ha extendido por su pierna. Sólo ha ido dos veces al médico a vérsela, por medio de la iglesia del lugar.

"Tengo 4 días de tener la pierna hinchada", dijo "Tacho", como lo llaman en el barrio. Él sólo se la limpia en una pluma que está fuera de la casa, porque ni baño tiene.

Sus necesidades se extienden a medida que uno entra a su cuarto; un radio, una cama y una mesa forman parte del mobiliario.

Al salir, lo primero que ve es la letrina descubierta y un montón de basura que invade el pequeño patio.

REPARACION

La Junta Comunal de Curundú, le remodeló la casita en enero y lo ayuda con algunas cosas.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados