Un gran lamento recorrió todo el cuerpo de Adolfo Ruiz, cuando los médicos le dijeron que padecía de insuficiencia renal crónica, teniendo sólo 15 años de edad.

"Fofito", como de cariño le dicen, tiene ahora 22 años y expresó que desde ese día la vida no ha sido igual para él, ya que los problemas con su salud lo han acompañado constantemente.

Relató que en el año 2000, le hicieron un trasplante de riñón en Colombia; pero cuatro años más tarde, tuvo una trágica recaída que lo llevó al borde la muerte.

"Me sentía mal, se me cayó el cabello, mudé toda la piel, perdí mucho peso y no podía caminar. Los doctores me dijeron que el riñón rechazado estaba formando hematomas internos y lo tuvieron que sacar", comentó.

Este joven reside en la Rubén D. Paredes, de la 24 de Dic., y vive con sus padres y 4 hermanos; acude 3 veces por semana a su tratamiento de hemodiálisis en la CSS de Villa Lucre.

Ruiz expresó que su anhelo más grande es trabajar para construir su hogar, pero es consciente de que por su condición, le es difícil encontrar un empleo.

Afirmó que “es mejor que mis hermanos no me den un riñón, ya que mi cuerpo está infectado y me dolería mucho perder un órgano de ellos”. Además, confesó que ya hizo el papeleo para esperar una donación, y aunque eso es como ganarse la lotería, él no pierde la esperanza.

ESTUDIOS

"Fofito" ha intentado prepararse académicamente, pero su delicado estado de salud se lo impide.