Los amigos de lo ajeno no respetan y menos las instalaciones deportivas, que son en beneficio de muchos chicos humildes, que buscan en el boxeo una vía para hacer realidad sus sueños.
Los ladrones hicieron de las suyas al robarse tres cajas de pesas del gimnasio Pedro Alcázar, de Curundú.
El hecho se dio hace dos días, cuando los pillos abrieron un hueco en la pared del costado izquierdo del gimnasio, por donde se introdujeron.
Rigoberto Garibaldi, entrenador que utiliza este gimnasio, se encontraba visiblemente molesto por lo ocurrido.
"Este gimnasio es de todos, es de la comunidad y aquí se ayuda a muchos muchachos del área que aprendan a boxear para ganarse la vida", expresó Garibaldi.
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