La comida, que con tanto esmero había preparado, yacía regada a lo largo del Corredor Sur. Esa era la triste señal de la muerte de Micaela Blanco.
Micaela, de 38 años, quien se dedicaba a la venta de comida a obreros de la construcción, se dirigía cerca del mediodía ayer al área de construcción de Costa del Este, a llevar el almuerzo de sus clientes. Ayer les había cocinado arroz con lentejas, coditos y pollo o pescado, pero la entrega no llegó, pues uno de los neumáticos del vehículo en el que viajaba explotó, haciendo que ésta perdiera el control del auto y se estrellara contra el muro. Del fuerte impacto, el cuerpo de Micaela salió expulsado del vehículo, junto con la comida y los cuadernos de cuentas.
Familiares y amigos de la víctima llegaron al lugar, al enterarse de la tragedia. Su hija mayor tuvo que ser alejada del cuerpo de su madre, pues se encontraba muy alterada, mientras que su esposo se mantenía impresionado y no podía creer lo ocurrido. Entre los familiares se encontraba una sobrina, quien iba pasando en un bus cuando vio el carro y a sus parientes, por lo que se bajó inmediatamente. Temblorosa, pidió un celular para avisarle a su mamá que "Tía Niña había muerto".
TRABAJADORA
Iba a dejar el almuerzo a los constructores de Costa del Este y a hacer los cobros del mes pasado.
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