Nadal está imparable. Lleva 101 victorias en los últimos 102 partidos disputados en tierra, la última vez que perdió un set en Barcelona fue ante el finés Jarkko Nieminen, hace ahora dos años, y su triunfo de ayer en los cuartos de final ante el argentino Juan Ignacio Chela (6-4 y 6-2) lo convierten, junto al serbio Novak Djokovic, en el mejor tenista del año.