¿Alguna vez has escuchado una frase que haya marcado tu vida por completo o que te haya dejado una gran reflexión?, me imagino que sí.
El año pasado estaba recibiendo una clase muy interesante en la Universidad y mi profesor, caracterizado por ser una persona muy sabia, dijo algo que aunque suene fuerte, es muy cierto. "Los animales son los mejores seres vivientes de la tierra". Atónitos, estupefactos quedamos los alumnos al escuchar semejante comparación.
Ante el alboroto que desencadenó tal comentario, el profesor con rostro de picardía defendió su posición con una pregunta que terminó enredando a muchos de los estudiantes, ¿conocen algún animal que haya matado por venganza?, al emitir tal interrogante, todos nos quedamos en silencio con temor a dar una respuesta, a lo que un valiente compañero respondió que no.
Para hacer más entendible su pregunta, el profesor da un ejemplo que acabó con las dudas que provocó su "indiscreción". Los leones se alimentan de cebras, aunque son capaces de matar machos adultos de búfalos, jirafas, etc. Sigue: ellos lo hacen porque no tienen otra cosa que comer, la necesidad los obliga a alimentarse de otras especies.
Mientras, a lo largo de la historia hasta nuestros días, las personas han sido capaces de acabar con la vida de otros por mera diversión, placer, ira, venganza, varios ejemplos son los genocidios, violaciones, holocaustos, en fin, la lista es larguísima.
Al terminar la clase, lo que pareció un acto de irrespeto por pare del educador hacia el hombre se convirtió en una gran reflexión.
Si bien es cierto, los animales son violentos cuando se sienten amenazados por otros, son considerados por muchos como seres irracionales; sin embargo, por muy agresivos que sean no son capaces de cometer las atrocidades que las personas han hecho. Esto da vergüenza y nos hace valorar más a los animales de los que, si nos ponemos a pensar, debemos aprender mucho.