La casa matriz de Peroles Marlen está en Managua, Nicaragua. (Foto: NEREYDA ATKINS / EPASA)
Nereyda Atkins E.
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Sacando provecho de las oportunidades. Nelson y Josué Zamora, padre e hijo, recorren varios países ofreciendo mercancía confeccionada por ellos y sus familiares, denominada "Peroles Marlen", que no es más que la venta de pailas, ollas, sartenes, arroceras, exprimidor de naranja, entre otras, todos estos recipientes son hechos de metal, algunos con dos asas que sirven para cocinar alimentos.
Es un negocio familiar, que tienen en su tierra natal Nicaragua, en donde todos apoyan, desde la confección hasta la venta. Para tener éxito en las ventas, ellos investigan las ferias que se efectuarán en el año en Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá y se trasladan junto a otros colegas que también buscan colocar diferentes productos en estos países. A ellos los encontramos en la pasada Feria Internacional de Azuero. "Desde hace 16 años, venimos a este lugar, nos gusta y nos va muy bien en la venta de los productos, por su- puesto que tenemos que trabajar muy duro, de sol a sol para que en los días que dure la feria podamos recoger algo de ganancia", expresaba Nelson, quien muy gustoso nos comentaba toda la logística que se tiene para confeccionar estos productos.
NO ES LA PRIMERA VEZ
Pero en nuestro país esta no es la única en la que se dedican a trabajar, porque también los encontraremos en las Feria Internacional de La Chorrera y en Chiriquí.
LA COMPETENCIA
Para Nelson y Josué, sus productos no tienen competencia, porque aseguran que aunque en algunos países confeccionen estos artículos, los que ellos hacen son únicos, ya que tienen un mejor acabado, "nuestra mercancía es la mejor. En Panamá cuentan con fábricas de pailas y ollas, pero nosotros garantizamos nuestros elaborados, porque tienen un buen acabado", nos contaba Nelson riendo, mientras los visitantes le refutaban que los productos panameños eran los mejores.
INCONVENIENTES
Para ellos, venir a nuestro país es algo único, porque siempre sus productos son esperados, gustados y muy vendidos, pero como explica Josué, en ocasiones la venta en otros países no es muy buena, porque se encuentran en ese momento atravesando por problemas económicos. "En ocasiones tengo que volver a mi querida Nicaragua sin vender ningún artículo y eso es una pérdida, debido a que invertimos un dinero en transporte, alimentación y demás impuestos que se nos solicitan para luego encontrarnos con estas sorpresas".
ÉXITO
"Después que se le dedique tiempo, amor y mucha entrega al trabajo, no importa cuál sea, luego que sea honrado, los beneficios serán gratificantes y nos permitirá continuar día a día con nuestra vida".