Las frutas y verduras son muy nutritivas, están presentes en lo que se conoce como una dieta balanceada y son responsables de un cuerpo sano. Sin embargo, los productos frescos a veces son el origen de intoxicaciones alimentarias. El bacilo E. coli puede estar presente en los zumos y la Listeria en el repollo. Para disfrutar sin riesgo de una amplia variedad de frutas y verduras frescas, basta con respetar unas normas básicas de higiene. Al consumir frutas y verduras crudas, se corre el riesgo de ingerir también cualquier residuo que haya quedado en ellas, al estar en contacto con alguna superficie sucia o sustancia tóxica.
SIGA ESTAS RECOMENDACIONES:
Cuando vaya a comprar, procure seleccionar frutas y verduras de apariencia fresca y en buenas condiciones; evite las que huelan a rancio o las que tengan moho. Nunca compre verduras empaquetadas que tengan líquido en el interior del envoltorio. Compre únicamente lo que vaya a consumir. Almacene de inmediato todos los productos en un refrigerador limpio y a baja temperatura (5°C). Lave tanto la fruta como la verdura bajo un chorro abundante de agua limpia antes de consumirla. Lave el alimento justo antes de consumirlo, no cuando vaya a guardarlo. Si quiere mantenerla más tiempo fresca, envuélvala en papel de periódico.
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