Hacer de cada día una nueva oportunidad para el progreso, es lo que hace el éxito. Ezequiel Rodríguez sí que sabe cómo lograrlo, a sus cuarenta años este hombre nunca ha temido a los cambios drásticos en su vida, por eso ha logrado surgir.
Ezequiel atiende un puesto familiar, ubicado en la Feria Libre de Transístmica, donde vende artesanías y plantas provenientes del Valle de Antón, su pueblo natal.
Entre los productos favoritos de sus clientes están los potes y adornos de pared, los cuales eligen de acuerdo con el significado que tenga para el comprador, como los peces que representan abundancia y los búhos, la sabiduría.
El negocio, aunque es atendido por él, lleva el esfuerzo de todos, ya que las plantas y las artesanías que allí vende son cultivadas y hechas por sus familiares en Antón.
Antes de instalar su puesto en la ciudad, Ezequiel se dedicaba al cultivo de hortalizas, pero ante la competencia no lo dudó y vino a Panamá. Ya va para cinco años y todo va "viento en popa".
Los frutos de este trabajo en equipo son compartidos equitativamente, ya que las ganancias son repartidas entre todos cada quincena.
Su mayor incentivo es el bienestar de sus seres queridos. "Si queríamos salir adelante debíamos diversificar, esta actividad nos ha permitido dar la educación necesaria a nuestros primos y sobrinos, ya que allá es difícil superarse", explica.
Sin embargo, el dinero no es lo único que lo mueve a salir desde las cuatro de la mañana de su casa en Burunga, "yo disfruto mi trabajo", dice. "Esta actividad nos ayuda, no sólo en el aspecto económico, sino que también nos entretenemos en algo, aun cuando no se tengan entradas económicas y, sobre todo, disfruto de las conversaciones con las personas que sólo vienen a observar los productos o aquellos que quieren que les explique algo sobre las plantas", agregó.
CONSEJO
No hay nada mejor para tener éxito, que hacer su trabajo con amor y gozo.
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