San Francisco de Paula, patrono de La Chorrera, a través de la historia ha mantenido viva la fe entre la población, cuya festividad ha sufrido cambios en cuanto a las tradiciones, que hoy sólo existen en el recuerdo de sus seguidores.
Esmeralda Aguirre, vecina de la Parroquia San Francisco de Paula, manifestó que antes la gente era más pobre, pero era más entusiasta para celebrar esta festividad.
"Antes las calles se adornaban con arcos; hasta las muñecas que el Niño Dios daba en la navidad, eran colgadas en los arcos, pero todo se ha perdido", dijo.
Mencionó que hasta ayer, sólo había recogido B/.30.00 para decorar las calles.
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