Una triste situación. "Mis piernas no me dan más, el dolor es intenso y en ocasiones quedo ciega, y haber tenido que enfrentarme a un centenar de policías que me han empujado y dicho cosas ofensivas, creo que es lo más triste a lo que un ser humano enfermo haya tenido que enfrentarse", relató Sandra Zamora, quien ayer estuvo frente a las protestas de los envenenados del jarabe con dietilenglicol.

Eran cerca de las 6:30 a.m. cuando un grupo de 30 personas decidió cerrar ambos paños de la vía Transístmica, pero lo que nunca esperaron fue que más de 60 policías femeninas aparecerían en menos de cinco minutos, para impedir que cerraran la calle, empujándolos hacia las aceras.

Los gritos no se hicieron esperar por parte de los protestantes que arremetieron con toda la fuerza que un enfermo pueda ejercer, pero al final de la lucha, muchos cayeron al suelo y los otros retrocedieron viendo la posibilidad de ser escuchados, alejarse.

FUE MUY PENOSO

Después de esto, Gabriel Pascual, presidente del Comité de Familiares por el Derecho a la Salud y a la Vida, afirmó que la actitud que han tomado en contra de ellos es penosa, pues han violado todos sus derechos y no les ha importado que muchos estén enfermos y débiles, y ponerlos "de tú a tú con unidades de la Policía fue un mal acto".

Sin embargo, aseguró que esto no los va a detener, pues seguirán con sus protestas aunque les pongan un centenar de unidades policiales en las calles y que nadie evitará que se sepa la verdad de los afectados con el envenenamiento.

Los afectados del dietilenglicol denuncian la falta de medicamentos, citas tardías y mala atención.

¿QUE DICEN LAS AUTORIDADES?

Ante el incidente, el subdirector de la Caja de Seguro Social, Marlon De Souza, dijo que ellos están haciendo lo posible por mejorarles la situación a estos pacientes, pero que las cosas no se pueden hacer de la noche a la mañana y que a ellos ya se les había advertido que no cerraran las calles.