"Al parecer, la vida le vuelve a sonreír". El ídolo futbolístico, Diego Maradona, sigue mejorando del grave cuadro cardíaco-pulmonar que hace dos semanas lo tuvo al borde de la muerte, pero no abordó ayer un vuelo a Cuba, donde retomará un tratamiento por su adicción a las drogas.

Maradona, de 43 años, permanecía en la casa de campo, donde se aloja desde que el jueves pasado abandonó la clínica.