Cuando las cosas vayan mal, como a veces pasa, cuando el camino se ponga cuesta arriba, cuando tus recursos mengüen y las deudas suban, cuando al querer sonreír, debas ahogar las lágrimas, cuando tus preocupaciones te tengan agobiado, descansa, si te urge, pero no te rindas.
La vida es rara con sus idas y venidas, donde las contradicciones son el pan de cada día, y si el fracaso, entonces, llama a tu puerta y te invita a mirar hacia atrás, no le des entrada, lucha, mira hacia adelante, no te rindas.
Por eso, decídete a luchar sin tregua, porque, en verdad, cuando todo empeora, el que es valiente, no se rinde.
¡ LUCHA !
Y debes hacerlo así, porque todo tiene un propósito, un porqué. Por tanto, toma en cuenta esto:
La aventura de la vida es aprender. El propósito de la vida es crecer. La naturaleza de la vida es cambiar. El reto de la vida es vencer. La esencia de la vida es cuidar. La oportunidad de la vida es servir. El secreto de la vida es atreverse. El gusto de la vida es ofrecer amistad. La belleza de la vida es dar. El gozo de la vida es amar. En consecuencia, vive, sirve, atrévete, disfruta, da, sirve, ofrece, aventúrate y, sobre todo, ama, porque ese es el mejor motivo para seguir viviendo.
Aun cuando haya que salvar escollos. Si no lo haces así, estarás vacío. Si lo haces, vivirás a plenitud.
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