En el siglo XV Antes de Cristo, las mujeres ya utilizaban blusas ceñidas con un cinturón. Durante muchos años fue la prenda de las campesinas, y en este siglo se relevó por otra más ligera para acompañar a los primeros trajes femeninos. La aparición de las blusas escotadas fue en 1913 y esto hizo que se llamasen camisas de neumonía.