La basura recibirá a los niños de la escuela Santiago De La Guardia, en El Valle de San Isidro. (Foto: Agustín Herrera y José Sáenz / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Unas sí, otras no. Ayer, la escuela Belisario Porras no era ni la sombra de lo que fue el domingo. El reloj marcaba la 1:35 p.m., exactamente 24 horas después de que Ricardo Martinelli, ahora el Presidente electo de Panamá, fue a ejercer su voto.
Ya no había algarabía ni empujones y menos gritos de apasionados panameños que decían "los locos somos más" o "la chola presidenta". Sólo quedaron las señas de que allí hubo una gran fiesta.
Envases de comida y vasos tirados por doquier eran la principal característica, sumado a cartelones, afiches y vallas de los aspirantes a algún puesto político que fueron electos y otros que no quedaron ni detrás de la ambulancia.
Se supone que apenas terminaban las votaciones se debía proceder a la limpieza de los centros. Por fortuna, en un recorrido realizado por DIAaDIA, se comprobó que escuelas como el Instituto Ángel Rubio, en la entrada de Brisas del Golf y el Instituto Monseñor Francisco Beckman sí estaban limpias.
Sobre las vallas, voceros del Tribunal Electoral informaron que, según el Artículo 208 del Código Electoral, éstas deben ser removidas en un término no mayor de 30 días después de cerrado el proceso. De no ser así, según el Artículo 413, se le pondrán sanciones a sus responsables a través de los Municipios, que van de B/.50.00 a B/. 1,000 y se les decomisará la propaganda a los que violen la norma.
SANCIONES
Hasta mil dólares de multa puede pagar si no remueve sus propagandas.