Espero que me ayude a solucionar lo siguiente que le contaré.
Le escribe Rosaura, una chica que le ha gustado la buena vida y, por supuesto, los chicos lindos.
Como muchacha atractiva no tengo problemas para tener amigos varones y es allí donde radica mi problema, porque los hombres me corretean.
Moza, no tengo novio, pero sí muchos pretendientes, por lo que aprovecho.
Son cuatro muchachos los que me persiguen y a cada uno le pido que me ayude y así lo hacen. Por el momento no me piden nada a cambio, pero sé que en cualquier momento me pedirán algo y no sabré qué decirles.
Estimada Mocita: no sé qué hacer para que no se me complique la vida con estos chicos; no los quiero perder, ya que gracias a Dios por ellos estoy pagando la mensualidad del celular, el cable y me visto. Eso no lo quiero perder y tengo que ver qué hago para tenerlos endulzados por mucho tiempo más.
Discúlpeme, pero es que esta vida es de los vivos y tengo que arreglármelas para salir adelante.
Rosaura
ESTIMADA AMIGA:
¡Ay, amiga! Tú estás jugando con fuego y te puedes quemar en cualquier momento. Esos muchachos pueden enterarse y salirte caro. Ten en cuenta que a nadie le gusta que jueguen con sus sentimientos, además, sabes que tienen intenciones contigo.
No comparto nada de lo que me has escrito, pues tú eres una mujer y tienes que darte a respetar.
No es justo que les des alas a cuatro hombres. Tú no sabes cómo puede ser su reacción más adelante.
Pon un alto ya, no le des larga, evítate un dolor de cabeza.
Amiga, deja eso. No tengo más que decirte, solo que le ruegues a Dios que te ayude a que esos chicos no se violenten en cualquier momento. Y tú... ¡estudia o trabaja!