Cuenta una vieja leyenda de los indios Sioux, que una vez llegaron hasta la tienda del viejo brujo de la tribu, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Azul, la hija del cacique y una de las más hermosas mujeres de la tribu....
- Nos amamos y nos vamos a casar, empezó el joven. Nos queremos tanto, que tenemos miedo, .queremos un hechizo que nos garantice que podremos estar siempre juntos...¿hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó al verlos tan jóvenes... tan enamorados...
Hay algo....-dijo el viejo. A Nube Azul la mandó a escalar sola el monte de la aldea y cazar el halcón más hermoso y vigoroso. Debía llevarlo con vida el tercer día después de luna llena. Y a Toro Bravo, lo mandó a escalar la montaña del trueno y buscar un águila, y llevarla a la aldea el mismo día que llegara Nube Azul.
Los jóvenes se abrazaron con ternura y se fueron a su misión.
El día establecido, llegaron frente a la tienda del brujo y les dijo que tomaran las aves y las ataran entre sí por las patas, luego las soltaran. El águila y el halcón intentaron levantar vuelo, pero sólo consiguieron revolcarse por el piso. Irritadas por la incapacidad, las aves arremetieron a picotazos hasta lastimarse.
Éste es el conjuro: Jamás olviden lo que han visto... son ustedes un águila y un halcón. Si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que empezarán a lastimarse el uno al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, "vuelen juntos, pero jamás atados".