Dos de sus hijos ya están estudiando en la universidad. (Foto: José Ángel Sáenz / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
"Mientras tengas a Dios en tu corazón siempre te irá muy bien". Con este pensamiento Digsia Meléndez, quien tiene un puesto de venta de legumbres en la entrada de La Cabima, en Alcalde Díaz, inicia la faena diaria.
A sus 50 años ha sido ama de casa, vendedora de cosméticos y por último microempresaria, lo que la convierte en una madre ejemplar, pues siempre ha sabido cómo ganarse los reales para que a sus hijos no le falte nada.
Cuando cursaba el tercer año en la Universidad de Panamá para ser profesora de Educación para el Hogar salió embarazada de su tercer hijo, por lo que se vio obligada a abandonar los estudios.
A su edad ya no le llama la atención regresar a las aulas universitarias a concluir su carrera, porque su meta es ayudar a sus tres hijos a salir adelante y darle todo lo que ella no pudo tener.
Para esta luchadora mujer, la faena inicia desde muy temprano en la mañana, luego se va al Mercado de Abastos a comprar todo lo que necesita para suplir su puesto y así atender bien a su clientela.
De su trabajo no tiene queja, pues se gana unos B/275.00, de los que invierte la mitad comprando frutas y legumbres que venderá al siguiente día, además ahorra un poco para el tiempo de las vacas flacas. Con ese fondo diario debe pagar a sus empleados, comprar mercancía y claro siempre queda algo para ahorrar. Se conoció que esta panameña emprendedora tiene a dos empleadas que reciben 15 dólares diarios.
En el futuro sueña con tener un local propio con todas las facilidades en donde pueda seguir sobreviviendo, ya que su mayor preocupación es que el lugar en el que está ahora es temporal y pronto será desalojada.
Además, porque considera que así podrá ofrecerle mayores facilidades a sus clientes y una buena atención, lo que le ayudaría a elevar sus ganancias todos los días.
PRESTAMO
Con B/. 300.00 que pidió prestado se inicio como microempresaria en el negocio de la venta de legumbres.