Cuando llega un nuevo miembro a la casa, los hermanos más grandes tienden a desarrollar cierto tipo de celos y envidia, que puede provocar que quieran volver a usar mamadera. Si a usted le ocurre esto y no sabe qué hacer para que su hijo no piense más en esa idea, he aquí un tip que puede poner en práctica para remediar esto. Amigo lector, utilice los recipientes, en donde regularmente toma la leche, para preparar postres. ¿Qué tipo de postres? Simple, gelatina, flan y otros que necesiten refrigeración; la idea es hacerle creer que los hermanos mayores tienen esos privilegios. Al hacer eso, el niño olvidará la fiebre del biberón. No pierda más el tiempo y actúe de manera inteligente, verá que ellos no se darán cuenta.
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