Está caminando de la mano con el Señor, y el cambio que ha dado es sorprendente.
César Flores es un joven de 26 años, quien hace dos meses y medio se lanzó del segundo piso de la multi Flamingo, en el Chorrillo, al creer que un tigre lo seguía para devorarlo. Sin embargo, Flores confesó que esta situación se dio porque había probado un poco de heroína y eso le causó traumas psicológicos.
Pero ésta es una de las últimas etapas oscuras que pasó César para dar un giro en su vida, puesto que antes estuvo deambulando por las calles recogiendo latas, viviendo debajo de los puentes, llamando a los pasajeros que viajan hacia el Oeste, en calle 25 Calidonia, y vendiendo buhonería para comprar droga. Era un farmacodependiente, no le importaba nada e insultaba a su madre como si nada, hasta que perdió el apoyo de todos sus familiares. Pero la luz de la misericordia llegó a su vida y la Fundación Nueva Vida, que dirige el pastor Víctor Rivas, lo está ayudando a rehabilitarse. Allí está conforme y satisfecho consigo.
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