La incertidumbre lo invade

Denise Lara | DIAaDIA

Para muchos han bajado las aguas, pero para las víctimas del Síndrome de Insuficiencia Renal Agudo (SIRA) la lucha continúa.

El año pasado, una molesta tos llevó a Adolfo Nieto hasta la farmacia de la Caja de Seguro Social de La Chorrera, para retirar un frasco de expectorante sin azúcar. Adolfo llevaba varios días con el tratamiento, cuando la imagen de un periódico le llamó la atención. La noticia revelaba que la posible causa de las extrañas muertes era la presencia de un tóxico en ciertos jarabes producidos por los laboratorios de la CSS. La ilustraba un frasco que él ya conocía: el expectorante sin azúcar.

A los pocos días, presentaba hinchazones en las extremidades de su cuerpo. Sospechando que podría tratarse de una intoxicación, el señor Nieto corrió a ver a su doctor de cabecera, quien le mandó exámenes. Aunque no había reactivos en el Seguro de La Chorrera, el señor Nieto no dudó en pagar B/. 80.00 en una clínica privada y le llevó los resultados a su doctor, quien al verlos lo mandó a hospitalizar inmediatamente. Posteriormente, fue enviado a la famosa sala 2, del Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid.

Adolfo ya se encuentra en casa, pero su calidad de vida ha desmejorado notablemente. Su vista está nublada, sus riñones no funcionan bien, tiene problemas con el azúcar y la presión, por lo que ha dejado de atender la tienda que tiene ubicada junto a su casa en La Chorrera y un trabajo de mensajería. Los gastos de pasaje se han incrementado por la necesidad de viajar constantemente a la capital a atenderse. Este hombre, de 56 años, acaba de ser intervenido, pues necesita realizarse diálisis, pero afronta con valentía cada día. "Esto no es fácil, esto es terrible, pero mi único pesar es que esto quede impune", dijo con una mezcla de molestia y tristeza.

SIGUEN LA LUCHA

Mientras cientos de familiares de víctimas fatales claman por justicia, hay personas luchando por su vida, como Adolfo Nieto.

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