Desde joven admiró a los bomberos. (Foto: Agustín José Herrera / EPASA)
Carolina Sánchez P.
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Una vida dedicada a la humanidad. Orlando Cousin, quien es capitán de la Guardia Permanente del Cuerpo de Bomberos de Panamá, es una de esas personas que está atenta para acudir a cualquiera situación de rescate. "Tenemos que estar los 365 días del año pendientes a los radios para saber en qué lugar se registra una emergencia. Esa rutina es fuerte y estresa bastante, afirmó el camisa roja.
Él, de manera sincera, manifestó que esta profesión requiere de mucho trabajo y sacrificio porque tiene que dejar a su familia un día entero sin verlos.
Cuando tenía 23 años, por medio de un hermano, logró entrar a los bomberos y desde entonces ha estado prestando sus servicios. "Desde joven sentía admiración por los bomberos y al momento que pude ingresar fue una bendición y felicidad", aseguró Cousin.
Su tiempo libre lo trata de planificar de la mejor forma junto a su esposa y a sus tres hijos. "Con 22 años de carrera, mi esposa ha logrado entender mi profesión. La verdad que al principio no fue fácil, porque extrañaba a mi familia, pero ellos me comprenden", dijo.
Recordó que tenía 23 años cuando ingresó a la entidad. Este abnegado bombero tiene 46 años, por lo que considera que tantas experiencias de rescate lo han hecho más fuerte ante los problemas. "La invasión en 1989 fue algo difícil, porque tenía que ver muertos por todos lados y muchos de mis compañeros tuvimos que ser tratados con psicólogos de la institución, por lo trágico que era la escena", narró.
Él vive en Tocumen, pero siempre está anuente de ir a cualquier tipo de urgencia en cualquier lugar.
Expresó que en los últimos cinco años el equipo de seguridad que ellos utilizan ha ido en decadencia, pero que tratan de hacer su trabajo lo mejor posible. "En cada situación de rescate siempre existen reacciones por parte de las personas que no son buenas", dijo Cousin.
CAPACITACION
Existe una carrera bomberil avalada por el MEDUCA y la Universidad de Panamá.