Solo quieren que les den una solución de vivienda lo más pronto posible, antes que lleguen las lluvias y la cosa se ponga peor. (Foto: Omar Batista / EPASA)
Jesús Simmons
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¿Aguantarán la temporada lluviosa? Esa es la pregunta que se hacen las seis familias que habitan el caserón de madera 10-24, ubicado en San Felipe, que ha empezado a traquear con la llegada de los primeros aguaceros.
Lo que más les preocupa es que un buen día la vieja estructura se desplome con ellos adentro y provoque una verdadera tragedia, porque allí viven muchos niños.
El vetusto caserón fue condenado años atrás por el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), afirmaron los residentes y en esa ocasión les recomendaron que no podían vivir por su seguridad.
Lo peor de todo es que, por lo podrido que está el techo, tienen que hacer malabares para que los poquitos enseres que tienen no se les mojen.
Luis Gallardo, quien lleva muchos años viviendo en esta casona, hace un llamado al Gobierno para que les busque un lugar más seguro donde meterlos. Mientras esa solución llega seguirán viviendo allí, pues no tienen a dónde ir.
PELIGROSA
Por las condiciones deplorables de la casa, los moradores hacen un llamado a las autoridades para que los ayuden.