El francés Zinedine Zidane se jubiló en el Real Madrid en un partido extraño, polémico, que fue una auténtica montaña rusa, repleto de incidencias con vaivenes continuos en el marcador, de idas y venidas, con un penalti, con varios balones en los postes, una expulsión de Sergio Ramos y un día inspirado del brasileño Julio Baptista y del uruguayo Diego Forlán, que terminó empatado a tres goles por bando.
"Zizou" dejó el fútbol en el Madrid con un gol de cabeza. No es un virtuoso en el juego aéreo, pero así dio un Mundial a Francia, en el '98, ante Brasil. Zidane se fue por la puerta grande, mientras el Villarreal puso su talento en el campo con Forlán y el argentino Román Riquelme, de actores principales.
El equipo quiso homenajear a Zidane en su despedida, y la verdad, lo hizo bien durante media hora. Jugó de forma tan dinámica, que en la grada nadie se lo creía, tras un año para el olvido. Baptista, con fuelle, Robinho aparecía con frescura, Raúl González se movió con soltura en los desmarques de ruptura. Todo funcionaba y Zidane se divertía con sus compañeros.
TRIBUTO
Zidane jugó su último partido como jugador del Real Madrid en el Bernabéu y recibió un emotivo homenaje de la afición y sus compañeros.
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