Su actitud es digna de imitar. Ella es consciente de que a sus 40 años, difícilmente, conseguirá un trabajo.
No gana lo que quisiera, ni mucho menos es un dinero acorde con su esfuerzo; pero, por lo menos, le da para comer honradamente.
Estas razones impulsan a diario a Marlenis González, a salir a trabajar en su puesto de venta de buhonerías que tiene en La Peatonal.
Recuerda que empezó en este trabajo hace 25 años, porque no tenía un empleo. Le tocó comenzar de a poco y, al aprender, no buscó otro trabajo porque se acostumbró a vender.
Con este trabajo, crió y educó a sus dos hijos, que son su fuente de inspiración. Antes ella vendía más, ahora nada más sale para la comida.
"Lo peor es que la Alcaldía nos quiere sacar, nos presionan a cada rato y aquí casi ni se vende", afirmó Marlenis.
No obstante, se levanta todos los días a laborar, porque sus hijos necesitan de su apoyo para seguir estudiando. En su mesa vende ganchitos de diversos modelos, toallitas, colitas y curiosidades, entre otras cosas.
Marlenis trabaja todos los días de 8 de la mañana a 8 de la noche. Su meta es ahorrar dinero y tener un negocio mejor que el actual. En sus ratos libres, va a su casa a cocinar y descansar.
LE APOYA
Marlenis trabaja junto a su cónyuge, Luis Chen, que es quien la ayuda con las cosas del puesto.
|