Hay muchas cosas bellas que la madre naturaleza nos regala con la llegada de los primeros aguaceros, entre ellas están las flores, los árboles, animales y los paisajes que, inclusive, ayudan a las personas a olvidarse de los problemas que se tienen en la sociedad, producto del diario vivir.
En Santiago, el color amarillo de las flores de esta especie de árbol, sobresalta entre el monte o la selva, en señal de que se impone la fuerza y dominio, así como si se conociera de un especial acontecimiento natural.
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