No hay peligro. El ministerio de Sanidad chino aseguró ayer que los brotes de fiebre aftosa que este año sufre el país, en los que han muerto 28 niños y enfermaron más de 15.800, no afectarán a los Juegos Olímpicos de agosto, pese a que se espera que el pico de la enfermedad sea un mes antes de la cita deportiva, en julio.
China confía en controlar la expansión de la enfermedad con efectivos métodos de prevención.