La pollera está compuesta de tres piezas: una pretina, el cuerpo y el susto. Estas van trabajadas sobre tela blanca o estampadas con diferentes puntadas y enriquecidas con trencillas y encajes.
Este vestido ha llamado poderosamente la atención: el arduo y delicado trabajo hecho a mano; el tradicional armazón básico, y el vistoso colorido de sus labores plasmadas sobre los finos lienzos con artística simetría, lo colocan entre los mejores del mundo.