Ana Pérez está salada. Este año ha tenido tres trifulcas: dos con Rosmery Suárez y ahora una con sus ex suegros.
A eso de las 11 de la noche fuimos a la jefatura policial de San Francisco, porque nos contaron que allí estaba Ana Pérez con una bronca grande.
Cuando llegamos, nos contaron que habían movido el caso hasta el Juzgado Nocturno de San Felipe. Así que le preguntamos a los policías, dónde quedaba y sin freno alguno, fuimos en busca del por qué del incidente.
Cuando llegamos y apenas abrimos la puerta, nos encontramos a Ana Pérez sentada con su amiga Viera Algandona, esperando su turno para hablar con el juez.
En eso, Ana sale y le preguntamos qué sucedió y nos dijo que a un amigo le habían robado una laptop y que ellas eran testigos de lo sucedido.
Nosotros nos quedamos con un signo de interrogación, porque ya nos habían contado el por qué estaba allí y no era por eso.
Ana se fue a hablar por teléfono y cuando regresó le dijimos que por qué nos mentía, si nos contaron que estaba peleando la custodia de su hija Ivanna.
¡Ajá! Al rato no le quedó de otra que contarnos la "cocoa".
Según ella, los abuelos de su hija se le fueron encima y la agredieron porque no les gusta como educa a la niña. "Entre los dos me pegaron", dijo Ana.
En el cuello, la modelo tenía un rasguño, los brazos y el rostro moreteados.
Luego, nos dimos cuenta que los ex suegros de Ana, el señor Juan Manuel Tejada y su esposa, estaban allí. Fuimos a conversar con ellos, para que nos dieran su versión pero nos dijeron que tenían nada que decir.