Javier De La Rosa había tenido un gran partido. (Foto: Agustín Herrera /EPASA)
Eduardo González
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Quince minutos antes de su muerte, el jugador brindó sus últimas declaraciones a este medio.
Jaffet Perea daba el pitazo final. Chorrillo había goleado 4-0 al Tauro para asegurarse así su pase a la final.
Tras el partido, todo era celebración. Había motivos de sobra para festejar.
La figura de la noche había sido Javier De La Rosa, un futbolista al que la vida le estaba dando una segunda oportunidad, luego de haber salido meses atrás de la cárcel.
Me paré fuera de los camerinos para entrevistarle. Al salir, le pedí que me regalara un minuto, al instante él accedió. Ante un grupo de cuatro niños que lo miraban con asombro, como a esa persona que quisieran imitar de grande, 'Javi' manifestó: "El equipo va motivado a pelear por la final; buscaremos lograr el primer título del Chorrillo.
"El gol se lo dedico a toda la fanaticada del Chorrillo para que sigan apoyando y seremos campeones, Dios primero", fueron estas las palabras del delantero, quizás, las últimas que brindó a algún medio. Antes de despedirse, le dije: suerte, hermano, cuídate... mas en aquel entonces, fue solo una frase para decirle un 'hasta luego', no un 'hasta nunca'. Nadie se imaginaba lo que pasaría instantes más tarde.
Con el trabajo hecho, tomé rumbo hacia mi hogar. A mi lado, un colega. Ambos comentábamos lo que había sucedido en el partido, de lo grandioso que lució aquella noche Chorrillo. De fondo, a través de la radio, escuchábamos los comentarios poscotejo de Gabriel Castillo, por la señal de RCM, y de repente, llegó la inesperada noticia. Un oyente llamó y dijo: 'Gabriel, acaban de matar a 'Javi' De La Rosa. Quedamos en "shock". No podíamos creer lo que oíamos. Y pensar que hacía solo 10 ó 15 minutos lo había entrevistado.
Pasados los minutos, diferentes testigos que presenciaron los hechos confirmaron lo sucedido. Lastimosamente, aquella noche de celebración quedó empañada por la violencia.