Decenas de turistas parten desde el muelle de Niga Kantule. (Foto: MILAGROS MURILLO F./EPASA)
Milagros Murillo F.
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Los ojos de los visitantes brillaban de la emoción, pues lo que tenían enfrente no parecía real, era sencillamente un paraíso. No hubo necesidad de gastar cientos de dólares en un pasaje de avión, ni mucho menos salir del país, pues todo está aquí, en la República de Panamá.
¿COMO LLEGAR?
Llegar a las islas de Kuna Yala cada vez es más fácil, solo necesita un auto (preferiblemente 4x4) y tomar la vía Panamericana como si fuera hacia la provincia de Darién, pero cuando llega a la entrada de Cartí, en Chepo, que está a la mano izquierda, entra por allí.
Es aproximadamente una hora de camino para llegar al muelle de Niga Kantule, pero debe tener mucho cuidado, pues a pesar de que la vía está asfaltada, hay pronunciadas curvas y lomas muy empinadas que pueden ser peligrosas. Precipicios, montañas, acompañado del canto de las cigarras, de quebradas y ríos (el puente ya está hecho) y de una brisa fresca es lo que se encontrará durante el recorrido, en el que con suerte hasta puede ver aves en peligro de extinción como el tucán.
Pocos kilómetros antes de llegar, encontrará la garita de Nusagandí, donde deberá pagar $5.00 por vehículo y $3.00 por persona, allí le explican que está entrando a territorio comarcal y luego de darle algunas recomendaciones del camino (curvas y lomas más pronunciadas, sobre todo la llamada Loma de la Iguana), le dicen que si regresa el mismo día debe hacerlo antes de las 4: 30 p.m.
Al llegar al muelle Niga Kantule, es impresionante ver la cantidad de autos y de turistas, generalmente venezolanos y colombianos, que son recibidos por los indígenas, quienes brindan los servicios de transporte de lanchas para las distintas islas. Allí debe pagar nuevamente $5.00 por el vehículo y $2.00 por persona.
El pasaje hacia las islas va de $15 (ida y vuelta), para las más cercanas como Aguja y Anzuelo, donde se llega en unos 15 minutos. A las más lejanas como Perro y Elefante cuesta unos $35, pero si desea ir a las exclusivas, tendría que invertir hasta $100.
¡ES TURQUESA!
El color del agua es casi mágico, se puede observar desde cristalina hasta una tonalidad azul oscuro, las blancas arenas y la gran población de palmas transportan al turista a una calma, a una paz de la que nunca quisiera salir.
En el caso de la Isla Aguja, al llegar debe registrarse en la recepción donde le cobrarán $5.00 por persona (los niños no pagan), allí puede instalarse en el lugar que desee y el resto es historia, pues allí la persona disfruta como más lo desee, desde jugar voleibol, bucear, o simplemente darse un chapuzón o tomar una siesta bajo el sol o la sombra.
TRATO AMABLE
Los indígenas kunas tienen un gran tesoro y son conscientes de ello, es por eso, que les piden a las personas que no arrojen desechos en el lugar, que ni siquiera tiene luz eléctrica, sino que se utiliza una planta.
Ellos, a pesar de ser de pocas palabras, se sienten orgullosos de su etnia y su región, y las personas, agradecidas por permitirles disfrutar del paraíso de las islas de Kuna Yala, un pedacito de cielo en la tierra.
ISLAS
Las islas Aguja, Anzuelo, Elefante, Perro son las más visitadas por los turistas; sin embargo, el archipiélago de Kuna Yala consta de 365.