Psicología

¿Cuánto les exiges?


Anaís Espinosa R. -

¿Hasta dónde un padre, madre y un maestro deben exigirle a sus hijos o alumnos? Pueden hacerlo dependiendo de las capacidades, destrezas y fortalezas de estos, prestando especial atención a las dificultades para ayudarlos y encaminarlos hacia los objetivos.

Las exigencias son importantes porque promueven las competencias, superaciones académicas y personales, se logran aprendizajes, alcances de metas, se impulsa a ser cada día mejor persona, incrementa una autoestima alta, motivación, confianza en sí mismo y el desarrollo de una inteligencia emocional.

¿En qué situaciones son adecuadas? En las referentes al ámbito académico como por ejemplo obtener buenas calificaciones, mejorar la conducta, hacer las tareas.

Entre los asepctos positivos de las exigencias está el que ayudan en el crecimiento tanto físico como emocional, promueven la inteligencia emocional, establecen metas claras y planes de vida, mayor aprendizaje porque el niño o adolescente se esfuerza y aprende de sus errores.

No obstante, cuando son demasiado elevadas, en algunos casos el niño o adolescente se molesta con sus padres o maestros y hace todo lo contrario, por el simple hecho de oponerse, sin importar el beneficio que puede obtener.

Permítale tomar decisiones, apóyelo y, si se equivoca, ayúdelo.

Anaís Espinosa R.

Estudiante de PsicologíaUniversidad de Panamá

Presten atención

Hay padres que desean que sus hijos ocupen los primeros puestos de honor, sean los mejores y escogen la mejor educación para ellos, pero se enfocan en los resultados, sin olvidar lo que ellos puedan estar sintiendo, las emociones o crisis que puedan atravesar. Se le exige tanto en las notas que se descuida otras áreas del ser humano.

Las exigencias son importantes, pero hay que saber cómo emplearlas sin que afecten ni ocasionen todo lo contrario a lo que los padres y los hijos buscan.

Sean razonables

Involúcrense en el aprendizaje de sus hijos y alumnos

Enseñen y promuevan el desarrollo de competencias tanto en casa como en la escuela.

Escuchen a sus hijos, mantengan una buena comunicación.

Establezcan y ayuden en el desarrollo de objetivos, la importancia de llevar un plan de vida, establecer metas con una visión y misión claras.