
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo agradece su visita dándole galletas.
Los clientes se deleitan con la belleza de este animal.
Uno de los gatos solos que lo visitan.
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo agradece su visita dándole galletas.
Los clientes se deleitan con la belleza de este animal.
Uno de los gatos solos que lo visitan.
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo agradece su visita dándole galletas.
Los clientes se deleitan con la belleza de este animal.
Uno de los gatos solos que lo visitan.
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo agradece su visita dándole galletas.
Los clientes se deleitan con la belleza de este animal.
Uno de los gatos solos que lo visitan.
Don Tarrillo lleva más de 20 años como comerciante.
Foto: ANAYANSI GAMEZ
Don Tarrillo agradece su visita dándole galletas.
Los clientes se deleitan con la belleza de este animal.
Uno de los gatos solos que lo visitan.
Él es nacido en Perú, pero ya tiene 20 años de vivir en Panamá, donde a través de la venta de alimentos en un carro que tiene ha criado y educado a sus tres hijos.
“Mis hijos estudiaron en el Panama School y ahora son universitarios”, dijo Tarrillo, orgulloso de sus vástagos y de todo el sacrificio que él hace.
Desde que son las 6:00 a.m., el comerciante está listo con sus productos para ofrecer a las personas, pero por la cercanía a un área boscosa, siempre recibe la visita de gatos solos, tucanes, mono tití y aves que llegan en busca de comida. “Esto es todo un zoológico”, dijo.
Tan curioso resulta ver a los animales llegar paso a paso y ver cómo miran atentos a don Tarrillo, que sin decir nada sabe que tiene que darles galletas o ‘snacks’ a sus amiguitos. “Ellos son seres muy inteligentes que hasta entienden cuando les silbo, les digo que se vayan y hasta para llamarlos”, aseguró.
Cerca de Udelas está el carro del comerciante donde usted encontrará de todo para mitigar el hambre. “Lo mejor es que vienen las personas y les resulta asombroso ver a los gatos solos que están mansos a la espera de recibir su bocado”, aseveró el negociante.
Tarrillo manifestó que está muy agradecido con este país por toda la hospitalidad dada a él, pues ha criado a sus hijos que son sus grandes amores.