"Cada vez que tiembla, es como si hubiera una explosión debajo de la tierra y el otro día comenzó seguido. Cada diez minutos, zumbaba en la profundidad y enseguida temblaba y nosotros no sabemos qué será", aseguró un tanto preocupada Ana Isabel Osorio de Ameglio, al referirse a la experiencia que están viviendo en el turístico distrito de Boquete.
Los sismos no han cesado y la población continúa preocupada. Las clases siguen suspendidas hasta mañana y serán reabiertas cuando haya una evaluación de los organismos de seguridad, con la cual se garantice seguridad para los estudiantes.
La rutina diaria de René Miranda, residente en Los Naranjos, cambió luego de que ahora los temblores no los han dejado dormir tranquilos, porque no saben cuándo vuelva a temblar. Reconoció que en verdad da miedo estar en Boquete cuando tiembla y, principalmente, en los lugares más altos como Alto Jaramillo.
Fue testigo de los movimientos telúricos que sacudieron a Boquete en la década de 1960, cuando esta región demoró un mes temblando, pero ahora se escucha un fuerte ruido bajo la tierra.
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