Están peleando sus derechos, ya que no se les está permitiendo trabajar la agricultura. Esa es la situación que se le ha presentado a la comunidad indígena de Majé Cordillera, en Chepo, pues fue incluida en la demarcación de la reserva hidrográfica de la represa de Bayano, hecho que les ha venido limitando para lograr sus medios de subsistencia.
Los afectados manifestaron que en la década de 1970, cuando se construyó la hidroeléctrica Bayano, su comunidad fue desalojada y se ubicaron donde actualmente residen.
Relataron que, posteriormente, el IRHE e INRENARE demarcaron el área como reserva hidrográfica, quedando ésta incluida en dicha demarcación.
Ante esta problemática, ayer acudieron a la Defensoría del Pueblo, donde solicitaron una reunión con la directora de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), para exponerle la difícil situación que están atravesando.
El Defensor Liborio García prometió acompañar a los dirigentes indígenas en la reunión con la ANAM.
Los indígenas se sienten condenados a vivir en una reserva que les prohíbe trabajar la tierra.
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