El popular sacerdote católico Alberto Cutié rompió el silencio y ayer habló en exclusiva para Univisión, luego de ser sorprendido besando y acariciando a una mujer en una playa de Miami. La declaración ha sorprendido a muchos, pues dejó claro lo siguiente: "nunca voy a pedir perdón por amar. Me arrepiento de haber hecho daño a la gente, pero no de haber amado a una mujer, de haberme enamorado porque eso no se planifica", expresó.

Cutié reveló que conoció a la mujer, sin mencionar su nombre, hace diez años, pero por respeto no le comunicó que le gustaba en ese momento.

"Es una mujer que yo quiero. Desde que la vi supe que me gustaba. La conocía hace casi diez años y fuimos amigos durante mucho tiempo. Siempre hubo mucho respeto a mi condición de sacerdote y a la suya de madre soltera", contó el clérigo.

Confesó que lo que más le atrae de ella es su fe, pues es una mujer de una vida de oración, de espiritualidad".

"Siempre seguí todo lo que la iglesia me enseñó: oración, vivir una vida integrada, amistades, hasta que no pude (más). Traté con todo mi corazón de ser fiel a lo que Dios me pedía, pero fallé", reconoció.

Por su parte, Ruhama Canellis (guatemalteca) como se llama la enamorada del padre, pidió respeto a su privacidad.