En días pasados vi una escena que me dejó con los pelos de punta. Y es que en plena calle dos hermosas chicas se encontraban en medio de una acalorada discusión. ¿El motivo? Nada más y nada menos: un hombre.
Una vociferaba: "No te da vergüenza, él tiene familia e hijos. Cómo pudiste meterte en esa relación". Mientras que la otra, iracunda, en medio del llanto respondía: "Desde hace rato él te dejó de amar, acéptalo, ya no te ama, déjalo en paz". Vecinas del lugar en vez de separar a las féminas, lo que hacían era alentar a la mujer del susodicho, a que le "diera su merecido" a la otra que se atrevió a sonsacar al "pobre indefenso" que cayó en sus garras y no pudo salir. ¡Ay, por favor!
Cuando empezó el asalto de 'matapuercos', llega el hombre y separa a las mujeres, y en medio de risas les dice a ambas: "están como locas, haciendo espectáculos en la calle. Tú, vete, ahora te llamo; y tú, ven conmigo, dejaste a los niños solos en la casa". Mientras el "galán" se llevaba arrastrando a la que se supone era su pareja, esta le decía a la otra que se iba a vengar, y que nunca le iba a quitar a su hombre. La otra, con una sonrisa, le respondió: "ya veremos, cuidado que se te escapa en la noche, de seguro vendrá a mi casa, jajajá".
O sea, qué horror; dónde quedó la moral, dónde quedó el cariño, el valor de estas mujeres. Al parecer está escondido; o la costumbre o capricho (porque no es amor) es tanto, que las ciega y las deja caer hasta lo más profundo, para dejarse humillar de esa manera.
Que no son tan mujeres para salir adelante sin la figura de aquel hombre machista que, por lo visto, se sintió halagado con la pelea.
Chicas, ¡valórense! Sé que hay momentos en que la tristeza puede hacer la vida gris, pero todo pasa, y no es necesario llegar a los extremos por defender a una persona que de seguro seguirá en sus andanzas. Al final, el más orondo de la historia es él, pues tiene a dos mujeres peleándose por estar a su lado ¡Qué pechón se debe sentir! Es digno ver a una persona surgir de las cenizas como el ave Fénix y demostrarle al mundo que, pese a las adversidades, la vida sigue su curso, y hay momentos en los que es necesario voltear la página y empezar una nueva historia.
