Yo aplaudí, felicité y hasta una columna escribí por la designación de Castalia Pascual como conductora de Noticias AM. En aquella ocasión resaltaba que Pascual no era una conductora "confucia" salida de un concurso de belleza, sino una periodista de a pie. De esas que tenía la experiencia de reportear, sudar, corretear e investigar hasta lograr la noticia. Desde aquella ocasión a hoy una mutación se ha dado, "alguien" muy cercano la contagió de ese mal "todo lo sé" que se apodera de los "morning shows" y se mareó en un ladrillo.
Antes de escribir esta columna he revisado en mis archivos de video 43 noticiarios presentados por Castalia y a medida que pasaban los días el cambio era más evidente. En pantalla, atrás quedó esa Castalia que daba gusto ver porque se centraba en hacer el trabajo de un periodista: entrevistar sin opinar. Al parecer, le dijo adiós a esa sagrada regla -nula en todos los seudoinformativos matutinos de este país- que dice que un periodista indaga, hace preguntas incómodas de una manera cómoda y nunca toma partido ni a favor ni en contra. Esa misma que dice que un periodista solo opina en un "show" o columna de opinión.
Castalia ahora, contagiada, es experta en pleque pleque, en medicina, política, cierre de calles, religión, educación, ciencia ficción, juzgados cual corregidora y al parecer hasta en hacer públicas sus diferencias familiares, cosa que ella debería saber que a la gente no le importa. Ella, lamentablemente, está imitando no solo lo malo de su competencia y de Lucy Molinar cuando era la conductora, sino a su compañero de fórmula con el que es evidente -a cuadro- lucha por demostrar quién es más "sabelotodo".
Y es que una de las reglas de hacer televisión cuando a cuadro se tiene "pareja", es que quienes estemos sentados viéndolos los sintamos cómodos y casi parte de nuestra familia. Ese fue el éxito de "anchors" entrañables como Celiano Fonseca y Lissette Condasín (RPC), Jenia Nenzen y Atenógenes Rodríguez (Telemetro), Mayella Lloyd y Alfonso Fraguela (TVN). Estas seis personas se limitaban a leer la noticia y sus comentarios -casi nulos-, nunca tuvieron la intención de demeritar el de sus compañeros. Esa fórmula es básica para televisión aquí, en China o Estados Unidos.
Castalia tiene, por su trayectoria, todo para sobresalir con su trabajo y no con una actitud errada a cuadro. A ella nadie le puede cuestionar hasta antes de llegar a televisión no saber hacer periodismo. Ella no tiene necesidad de hacer "show", creerse la que todo lo sabe, seguirle la corriente a su compañero "googleano" experto en el figureo. Ella no.
Tengo varias hipótesis para tratar de comprender qué está pasando con Castalia. 1) Su productor/a le está exigiendo hacer y ser lo que ella no es y lo está haciendo mal. 2) Se contagió de su compañero. 3) Alguien le dijo de maldad y para hacerle daño que recurriera a esas estrategias y que lo que está haciendo es bueno. 4) Se mareó en un ladrillo con eso de ser famosa y perdió el norte. 5) Se olvidó del periodismo real y puro.
Me molesta escribirlo porque yo aposté por ella, pero lo siento, Castalia, lamentablemente, te perdimos. ¡Reacciona! No es tuyo ni es mejor. ¡Qué pena!